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Qué significa la palabra rico en la Biblia

«Ricos para Dios» significa aproximarnos a Dios como nuestra riqueza. «Rico para con Dios» significa tener a Dios como la mayor riqueza, mucho más grande que cualquier cosa en la Tierra».

Hay 2 enseñanzas financieras extremas en los campamentos cristianos actualmente: el Evangelio de la Prosperidad y el Evangelio de la Prosperidad.

) Esos que piensan que las riquezas son un signo de la bendición de Dios fomentan lo que generalmente se conoce como el evangelio de la prosperidad. Enseña que puedes ordenarle a Dios que te prospere financieramente, que en el momento en que das, puedes aguardar un mayor incremento financiero a cambio, y que tu gasto sea extravagante y también imprudente. Esta falsa teología está reñida con las muchas observaciones bíblicas contra la avaricia, el egoísmo, la avaricia, la idolatría y el cariño al dinero

Hamelec y los servicios a Joacim

En el momento en que charlamos de Joacim, hablamos a entre los líderes de Judá que rigió en el transcurso de un largo período temporal, popular por ser el sustituto de Joacaz. y por tener a su predisposición una lista tan gran de sirvientes como la que ha podido haber tenido Hamelec.

Además, en este reinado estuvo presente el presidente de Babilonia con la sumisión que ejercitó a lo largo de tres años y donde Joacim decidió sublevarse. De esta manera envió el Señor a los sirios, amonitas y moabitas contra él para eliminar el país y cumplir las revelaciones de los profetas.

La homilía en un minuto

El padre Luis Herrera Campo proporciona su nanohomía, una pequeña reflexión de un minuto sobre estas lecturas

Dios logró al rico maestresala de sus recursos

La obligación del maestresala rico era proporcional a la riqueza recibida. Tal era el orden divino, pero el rico no pensó en su obligación para con Dios. Tenía entendimientos y talentos, pero no los usó. Olvidándose de su compromiso frente Dios, dedicó sus facultades al exitación. Todo cuanto le rodeaba, su círculo de diversiones, los encomios y halagos de sus amigos, contribuían a su alegría egoísta. Se encontraba tan absorto en la compañía de sus amigos que perdió todo sentido de su compromiso de colaborar con Dios en su ministerio de clemencia.

Tuvo la posibilidad de entender la Palabra de Dios y entrenar sus enseñanzas; pero la sociedad apasionado de los bienestares que eligió ocupaba tanto su tiempo que se olvidó del Dios de la eternidad.

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