Según la doctrina tridentina, las ánimas que estaban en el purgatorio recibían el primordial alivio mediante los sufragios de los leales, eminentemente con la celebración de misas en su memoria. Desde ese momento, el culto a las ánimas del purgatorio se ha extendido como la pólvora por toda la cristiandad.
Noviembre es el mes en el que recordamos las Ánimas del Purgatorio. La Iglesia nos llama a prestar frases o ‘voto’ por las Ánimas Benditas que han fallecido en la Felicidad de Dios, pero que todavía precisan una purificación final antes de poder ingresar al Cielo. Aun incontables beatos durante los siglos dijeron a los leales que oren por estas ánimas como un acto supremo de caridad; por nuestros conocidos cercanos que pasaron esta vida, y por esa multitud de ánimas ignotas que no tienen quien interceda por ellas.
¿Sabías que puedes sacar un alma del purgatorio todos y cada uno de los días?
El Catecismo de la Iglesia en el número 1030 afirma que los que mueren en la felicidad y amistad de Dios, pero que no llegaron a la excelencia, no fueron totalmente purificados, tienen que primero pasar por una purificación que les deje lograr santidad que se requiere para ingresar en el cielo. Esta purificación es lo que la Iglesia llama “purgatorio”, que no es una segunda ocasión, pues solo van al purgatorio los que hicieron mérito, y fallecieron en la felicidad de Dios. Además de esto, es una purificación totalmente diferente del castigo de los condenados.
El purgatorio, por consiguiente, es un estado temporal por el que tienen que pasar las ánimas antes de ingresar en el cielo. A lo largo de ese periodo de purificación, el Peregrino Maduro puede contribuir a esa Iglesia Purgadora a acortar su permanencia en ese estado de purificación. Nuestras frases asisten a las ánimas del purgatorio.
Un precioso precaución por los finados
Existen muchas formas distintas de rezar por estas ánimas santas. Pero hay una manera especial, y esa es una alguna clase de rosario.
Según los cuentos de sus visiones místicas, Santa Ana Catalina Emmerick recibía de forma frecuente visiones de ánimas en el purgatorio, por las que rezaba de manera frecuente.