No, por el hecho de que los ángeles no tienen lengua materna. EN NINGUNA PARTE DE LA BIBLIA la multitud charla el lenguaje de la ciudad de los ángeles. Por contra, en el momento en que los ángeles charlan a los humanos, establen contacto en lenguaje humano. Abraham (caldeo), Moisés (hebreo), María y José (arameo) NO HABLAN EL MISMO IDIOMA.
Pregunta:
¿Qué deseas decir con ligas angelicales? (1 Corintios 13:1)
Individuos religiosos con poderes para estar comunicado en lenguas
Varios individuos de particular importancia en nuestra historia religiosa tuvieron estos poderes para lograr trasmitir y dar a conocer la epístola divina en un efectivo En esa temporada era bien difícil hallar personas que hablaran mucho más de un idioma, de ahí la divinidad de hallar un ciudadano con “don de lenguas” o que “charla en lenguas”.
Estas personas serían las escogidas para trasmitir el enunciado a el resto a fin de que comprendieran lo que se dijo. Su servicio de traducción y también interpretación fue considerado divino, un obsequio de Dios.
Comisión Doctrinal – Servicio En todo el mundo de la Renovación Atractiva Católica
¿Desea Dios ofrecer el don de lenguas a todos o solo a ciertos? La enseñanza de San Pablo a primer aspecto semeja ser equívoca sobre esta cuestión. En 1 Corintios 12, Pablo relata las lenguas y la profecía adjuntado con otros carismas, y asegura que no todos y cada uno de los cristianos reciben exactamente los mismos carismas (12:29-30). Pero en 1 Corintios 14:5 Pablo afirma: «Mi deseo es que todos habléis en lenguas, pero aún mucho más que profeticéis». Entonces, en exactamente el mismo capítulo, charla de la oportunidad de que todos charlen en lenguas (14:23) y todos profeticen (14:31). ¿De qué forma solucionar esta aparente contradicción?
La contestación está en comprender las distintas funcionalidades del don de lenguas. Las lenguas tienen la posibilidad de ser útil como: (1) una señal de la presencia del Espíritu (de ahí la aparición de lenguas en Hechos en el momento en que la gente reciben el Espíritu); (2) un lenguaje válido de oración para nuestro desarrollo espiritual (1 Cor 14:4,18); y (3) un medio profético de dirigirse a la red social en el momento en que va acompañado del carisma de interpretación (1 Cor 14,5.27-28). Pablo señala que el tercer empleo, el de regentar un mensaje a la red social (acompañado de una interpretación) forma parte solo a unos pocos, al paso que el segundo empleo, las lenguas como lenguaje de oración, está disponible para todos. En el día de Pentecostés, por servirnos de un ejemplo, los apóstoles, la Muy santa Virgen y otros muchos (unas 120 personas) “han comenzado a charlar en otras lenguas, según les daba el Espíritu” (Hechos 2:4). Pero prosiguieron sirviendo al Señor de distintas formas, con distintos carismas para edificar el cuerpo de Cristo.