La concupiscencia de la carne y, con ella, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida están «en el planeta» y, al tiempo, «vienen de todo el mundo», no como fruto del secreto de la creación, sino más bien como fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal (cf.
Es esencial estimar que a lo largo del tiempo santurrón de Cuaresma, es un tiempo de muchas gracias y bendiciones, y con asistencia divina vamos a tratar de aprovecharlos al límite
Y una de las maneras es saber como nos atacan y tientan nuestros contrincantes espirituales, y es aquí donde cobran máxima importancia los buenos ejemplos y enseñanzas de Jesucristo, a fin de que, como Él, nosotros asimismo tengamos la posibilidad vencer a nuestros contrincantes
Una pelea incesante
Aun me percato de que mientras que ayudo a otros a ser contentos, yo me vuelvo mucho más feliz. No puedo mencionar que sea una pelea incesante, primero pues esas concupiscencias, d y de los que charla el catecismo, forman parte de mi vida. Es algo que siempre y en todo momento está al acecho (1 Pedro 5, 8), como contrincantes que desean apaciguar la voz del único que puede brindarnos el Sendero, la Verdad y la Vida (Jn 16, 4). Además de esto, los medios generalmente, con poco a poco más series emitidas en canales de cable, películas, avisos, etcétera. exaltar valores contrarios a eso que Dios nos enseña.
La ley o la conciencia
El análisis efectuado hasta la actualidad forma una amplia y extensa introducción, primordialmente antropológica, al trabajo que aún queda por realizar. El próximo paso en nuestro análisis ha de ser de naturaleza ética.
La concupiscencia perjudica más que nada al interior del hombre, este interior es la fuerza que escoge sobre el accionar humano «de afuera» y asimismo sobre las múltiples construcciones y también instituciones a nivel popular. La entendimiento que el hombre «histórico», con su «corazón», hace de su cuerpo con relación a la sexualidad no es algo de forma exclusiva conceptual: es lo que establece reacciones y escoge por norma general de qué forma vivir el cuerpo.