Para recibir los dones del Espíritu debemos realizar lo siguiente: Purificar nuestra vida. Debemos purificar nuestras vidas arrepintiéndonos de manera continua de nuestros errores. Obedecer los mandamientos. Veloz. A rezar.
“Entregaos completamente a Dios, por el hecho de que antes estabais fallecidos, pero en este momento tenéis vida novedosa. Por ende, emplea todo tu cuerpo como un instrumento para llevar a cabo lo que es preciso para la gloria de Dios”. Romanos 6:13b (NTV)
¿De qué forma empiezas a utilizar los dones espirituales que Dios creó en ti? Aquí hay 4 maneras de comenzar:
Para protegerse de las falsas doctrinas
El propósito de los dones espirituales asimismo es que sirvan a fin de que los hijos de Dios tengan bastante conocimiento y también información para protegerse de fallos de enseñanza que distancian de Dios.
Asimismo para defendernos de la gente que desean aprovecharse de nuestra fe para su beneficio. Cosa común en estos días.
El Concilio Vaticano II y los carismas
No obstante, el Concilio aclara que el campo de acción del Espíritu Beato va bastante alén de los sacramentos. Nos llama a fijar nuestra atención en los charismata, los dones sobrenaturales de la felicidad (el concepto así de “carisma”) que observamos operar en los Hechos de los Apóstoles y las Epístolas
A lo largo de una discusión abierta en la Concilio, múltiples obispos hicieron alusión a 2 nociones extensamente admitidas sobre los carismas. Primero, se encontraba la iniciativa de que los carismas sobrenaturales eran un don temporal para contribuir a la iglesia a seguir. Una suerte de “entrante” divino. Precisamente esta es la doctrina oficial de ciertas iglesias protestantes. La segunda iniciativa, más habitual en los círculos católicos, es que los dones del Espíritu subsistieron tras la era apostólica, pero en tiempos siguientes se hallaron solo en beatos y místicos
Don de la fe.
Es una manifestación sobrehumano del Espíritu Santurrón que da al fiel la aptitud de opinar con seguridad en Dios en cualquier cosa en un instante concreto, como Dios cree. Ciertos géneros de fe que no forman una parte del «don de fe» son: el don de fe es distinto de la fe salvadora. El don de la fe se recibe solo tras la salvación. Es verdad que la fe salvadora es el don de Dios al pecador, a fin de que logre recibir a Jesús.
No obstante, el don de la fe es un don del Espíritu Beato que deja que ocurran los milagros. La fe salvadora obra según el plan en el cumplimiento de las promesas, y la fe prodigiosa obra en las cosas inopinadas. El don de la fe es diferente de la fe general o de la medida de la fe.
Esta es la oración al Espíritu Beato para hacer mas fuerte los siete dones recibidos en la Confirmación:
Bendito Espíritu de Sabiduría, ayúdame a buscar a Dios. Que sea el centro de mi vida, vuelto hacia Él a fin de que el cariño y la armonía reine en mi alma.
Bendito Espíritu de Comprensión, alumbra mi cabeza, a fin de que conozca y ame las verdades de la fe y realice de ellas la auténtica vida de mi vida.