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Qué dice la Biblia de los escorpiones

Los escorpiones asimismo se usan en el Apocalipsis para representar poderes negativos que hacen padecer a parte de la raza humana. Poder pisar víboras y escorpiones significa tener poder sobre las fuerzas del mal, es verdad.

Saludos cordiales, amigo oyente, al comienzo del estudio bíblico de el día de hoy. ¿Sabías que los escorpiones son arácnidos con tráquea con apariencia de bolsa y un abdomen que se alarga en una cola formada por seis segmentos y que acaba en un aguijón curvo venenoso que el animal clava en el cuerpo de su presa? Su tamaño va desde poco mucho más de un centímetro de longitud hasta 20 centímetros de longitud. Una picadura de escorpión no siempre aniquila a un adulto, pero causa tanto mal que la víctima verdaderamente desea fallecer. Hablamos de escorpiones y sus picaduras por el hecho de que eso va a ser muy tópico a lo largo de la tribulación, y vamos a estudiar eso en el estudio bíblico de el día de hoy sobre el libro de Apocalipsis.

Abramos nuestras Biblias en Apocalipsis 8. Lo último que estudiamos fueron los juicios anunciados por las primeras 4 trompetas. Estos 4 juicios hicieron un enorme daño solo a la naturaleza. El primero asoló la tercera una parte de los árboles y quemó toda la yerba verde. El segundo transformó en sangre la tercera una parte de los mares y mató a la tercera una parte de los seres vivientes del mar y destrozó la tercera una parte de los navíos. El tercero contaminó una tercer parte de los ríos y fuentes de agua dulce. Los hombres que tomaron de esta agua fallecieron. El cuarto, obscureció una tercer parte del sol, una tercer parte de la luna y una tercer parte de las estrellas. En este punto y antes de los juicios anunciados por las tres trompetas sobrantes, en una suerte de prólogo, poseemos lo que hace aparición en Apocalipsis 8:13 donde leemos: “Y miré, y oí a un ángel volar por en la mitad del cielo, diciendo a enorme voz: ¡Uy, uy, uy de los que habitan en la tierra, a raíz del otro toque de trompeta que los tres ángeles están para tocar! Los ángeles son mensajeros de Dios. Aquí poseemos uno, volando en la mitad de cielo, y proclamando a enorme voz un mensaje que pone los pelos de punta. El mensaje es una observación: ¡Uy, uy, uy. Tres ayes. Uno por cada trompeta que aún no hizo su sonido para ser oído. Los ayes se emplean en el Biblia para ingresar juicios severos. ¿Sobre quiénes van a venir estos juicios severos? Bueno, contra los que habitan en la tierra. Esto quiere decir que de ahora en adelante los juicios de Dios cambiarán de dirección en concepto de encontronazo. Por el momento no va a ser la naturaleza, sino más bien la gente que viven. en la tierra, mucho más particularmente, la gente incrédulas que habitan en la tierra, todo lo mencionado nos hace meditar que lo que va a venir tras el toque de todas las tres trompetas va a ser realmente horrendo. Observemos qué poseemos tras los toques de la quinta trompeta. Apocalipsis 9:1-4 afirma: “El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella caer del cielo a la tierra; y recibió la llave del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como el humo de un enorme horno; y el sol y el aire se oscurecieron con el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañaran la yerba de la tierra, ni ninguna cosa verde, ni ningún árbol, sino más bien únicamente a esos hombres que no tenían el sello de Dios en sus frentes.” Tan rápido como el quinto ángel tocó su trompeta, Juan vio una estrella caer del cielo a la tierra. Esta estrella no puede ser un elemento inerte, como un meteoro o un cometa. Debe ser un individuo pues Juan vio que le brindaron la llave del abismo. ¿Quién es esta estrella? 2 piezas de información nos asisten a detectar. Primero, que Apocalipsis 1:20 relata que las estrellas son símbolos de ángeles. Segundo, que la estrella cae del cielo a la tierra. Poniéndolo todo junto, tenemos la posibilidad de decir que es un ángel. cayendo del cielo a la tierra. ¿De qué forma suena eso? Precisamente, a Satanás. La Biblia enseña que Satanás es un ángel caído. Entre ellos uno de sus nombres es Lucero, que significa: hijo de la mañana, estrella. Asimismo, comentando de sí, Apocalipsis 9:11 afirma que él es el ángel del abismo, a fin de que en el momento en que suene la quinta trompeta, exactamente el mismo Satanás va a mandar es la aflicción de los hombres en la tierra. Entonces Juan vio que a Satanás se le había dado la llave del abismo. ¿Qué es este pozo sin fondo? Lucas 8:31 charla de él en el momento en que afirma: «Y le suplicaron que no les mandara descender al abismo». Jesús había expulsado una legión de diablos de un endemoniado gadareno. Una vez afuera, los diablos le suplicaron a Jesús que no los enviara al abismo. El abismo es donde están enjaulados ciertos diablos. Pedro llamó a este sitio las cárceles de las tinieblas, en 2 Pedro 2:4. Judas hace referencia al mismo rincón que las prisiones eternas, según Judas 6. El abismo es entonces el sitio donde están presos varios diablos. Pero fíjate que quien tiene la llave del abismo no es Satanás, sino más bien Dios. Fue Dios quien le dio a Satanás la llave del pozo sin fondo. Llave en mano, Satanás se apura a abrir el pozo sin fondo. Llegó el instante de dejar en libertad a nuestros diablos que desde hace tiempo y siglos estuvieron recluídos en estas cárceles de obscuridad. Tan rápido como se abrió el pozo sin fondo, los diablos salieron corriendo. Salieron del pozo como humo de un enorme horno. Eran muchos que el sol y el aire se oscurecieron. En el momento en que Juan miró mucho más de cerca a estos diablos, los vio como langostas. Pero estas no eran langostas ordinarias. La Biblia afirma que tenían el poder de los escorpiones de la tierra. Estos diablos similares a langostas con el poder de los escorpiones eran criaturas capaces. Se les ordena que no dañen la yerba de la tierra, ni nada verde, sino más bien solo a los hombres, pero no a todos y cada uno de los hombres, sino más bien solo a los hombres que no tienen el sello de Dios en la frente. Esto quiere decir que los 144.000 sellados y los que reciban a Cristo como Salvador por medio de su testimonio no van a ser dañados por estos horribles seres. En este momento concentrémonos en el daño que estas criaturas podrían ocasionar a los hombres. Apocalipsis 9:5 afirma: «Y les fue dado, no matarlos, sino más bien atormentarlos a lo largo de cinco meses, y su tormento era como tormento de escorpión en el momento en que hiere al hombre». Estas criaturas mefistofélicas tenían el poder de matar personas, pero tenían contraindicado utilizar ese poder. La iniciativa no era que matasen a la multitud, sino causaran tormento a lo largo de cinco meses. Observamos las fuerzas del mal, con Satanás a la cabeza, siendo limitadas por Dios en sus acciones. Tras todo, Satanás y sus diablos no son mucho más que puros esclavos en las manos soberanas de Dios. Es Dios quien pone límites a tus acciones. No tienen la posibilidad de realizar nada sin el permiso de Dios. El tormento producido por estas criaturas era afín al tormento de un escorpión en el momento en que hiere a un hombre. Jamás me ha picado un escorpión y que Dios jamás lo lleve a cabo. Tengo terror a los escorpiones. Pero los que fueron picados por escorpiones comentan que el mal es tan profundo que la multitud se retuerce de mal en el suelo. Estudiando sobre este tormento hallé algo atrayente. No hay un analgésico para calmar el mal de una picadura de escorpión. Los calmantes que comunmente se usan para calmar el mal incrementan el mal en la gente picadas por escorpiones. Con razón la Biblia nos charla de una horrible reacción de los pobladores de la tierra. Presta atención a eso que afirma Apocalipsis 9:6 “En esos días los hombres procurarán la desaparición, y no la encontrarán; desearán fallecer, pero la desaparición huirá de ellos”. El tormento provocado por estas criaturas infernales va a ser tan severo que la psicosis suicida estallará en el mundo entero. Todos desearán fallecer. Pero cosa curiosa. La Biblia afirma que la desaparición huirá de ellos. Si alguien desea pegarse un tiro en la cabeza, el arma se dañará. Si alguien brinca desde el piso 50 de un edificio, aterrizará como una pluma en el suelo. Si uno cuelga de un árbol, la rama se va a romper, etcétera. La desaparición huirá de la multitud en ese instante. Ahora, Juan nos ofrece una descripción de criaturas satánicas. Apocalipsis 9:7-11 afirma: «El aspecto de las langostas era como caballos aparejados para la guerra; en sus cabezas tenían coronas de oro; sus semblantes eran como semblantes de hombres; leones, tenían corazas como corazas de hierro; los El estruendos de sus alas era como el estrépito de varios vehículos tirados por caballos que se lanzan a la guerra; tenían colas como de escorpiones, y asimismo aguijones, y en sus colas tenían poder para herir a los hombres a lo largo de cinco meses, y tenían un rey sobre ellos. un ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abaddon y en heleno Apollyon”. Estas criaturas infernales eran diligentes y capaces. Como caballos preparados para la guerra. Elementos como coronas de oro en sus cabezas indican el dominio de la situación. que son criaturas capaces. Su pelo como el de una mujer significa astucia para poder sus propósitos. Sus dientes de león nos hacen meditar en su agresividad. Sus corazas como corazas de hierro nos aseguran que es realmente difícil que absolutamente nadie las use. daño. Sus alas significan que están totalmente completados para cumplir sus propósitos. Su poder mortal se encontraba en sus colas, como los escorpiones. Quien los regía era Satanás, el ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abaddon y en heleno Apollyon. Estos nombres significan destrucción. Satanás es el máximo arquitecto de la destrucción. Su lema es: hurtar, matar y eliminar. Mientras que los hombres conspiraban para hallar una exclusiva forma de fallecer, Juan nos deja su último pensamiento sobre el juicio de la quinta trompeta. Apocalipsis 9:12 afirma: “El primer uy pasó; hete aquí, 2 ayes tienen que venir tras eso.” Si el tormento de estas criaturas infernales te atemorizó, lo que va a venir con el sonido de ámbas trompetas sobrantes es bastante peor. Pero ten en cuenta que solo puedes salir de ella si recibes a Cristo como tu Salvador.

Lo común para el pueblo de los hebreos

Los hijos de Dios veneraban las cosas que consideraban sagradas y les daban mayor importancia que las inferiores y las clasificadas como recurrentes. Todo lo relacionado con el Padre Celestial era limpio y puro y representaba lo destacado.

Cabe indicar que los elementos que se ponían en los altares y en el tabernáculo no eran recurrentes. La razón es que contenían piedras hermosas u elementos de prominente valor que servían para conmemorar las buenas proyectos del Altísimo.

La mies es bastante y los obreros pocos (Lc diez, 1- 17-

En aquel tiempo, Jesús nombró a otros setenta y 2 acólitos y los envió adelante, de 2 en 2, para todas y cada una de las ciudades y sitios a donde pensaba ir, y les ha dicho: La mies es bastante y los obreros pocos. Rogad, ya que, al dueño de la mies que mande obreros a sus campos. Id, los mandaré como corderos. a los entre lobos. No llevéis dinero, ni mochila, ni sandalias, y no les detengáis a saludar a absolutamente nadie por el sendero. En el momento en que entréis en una vivienda, decid: ‘Que la paz reine en esta casa’. Hay gente apasionado de la paz. , su deseo de paz se cumplirá, en caso contrario no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y tomen lo que tengan, por el hecho de que el trabajador está en su derecho a su salario. No vayan de casa en el hogar.

En cualquier localidad donde entréis y les recibáis, comed lo que les den, curad a los enfermos y decidles: Consumado es. Reino de Dios.’ contra ti. De todas formas, sepan que el Reino de Dios está cerca. Les digo que en el día del juicio Sodoma va a ser tratada con menos dureza que aquella localidad. Los setenta y 2 acólitos volvieron llenos de alegría y le afirmaron a Jesús: «Señor, hasta los diablos se nos sostienen en tu nombre».

¿Qué son las víboras y los escorpiones?

Las víboras y los escorpiones son el demonio y sus agentes humanos demoníacos. En Lucas diez:19, Jesucristo se refirió a los diablos como víboras y escorpiones. El demonio tiene por nombre enormes víboras, con razón sus diablos asimismo se los conoce como víboras y escorpiones. Además de esto, todo hombre o mujer maligno que busca su ruina es asimismo una serpiente y un escorpión. Cada agente humano maligno que pelea contra ti en tu familia, sitio de trabajo, rincón de negocios asimismo es una serpiente o un escorpión. La buena nueva es que Dios te dió la autoridad para aplastarlos a todos. Para colocarlos donde les toca, que es bajo sus pies. Pero, ¿por qué razón Jesucristo usó víboras y escorpiones para referirse a los diablos? Entendemos que las escrituras son inspiradas por el Espíritu Beato, y Dios no hace comparaciones recurrentes en la Biblia. A fin de que Jesús use víboras y escorpiones, para referirse a los diablos, debe existir ciertos aspectos y especificaciones de estas criaturas que se tienen la posibilidad de localizar en los diablos. Observemos ciertos de ellos.

1. Venenosas: Tanto las víboras como los escorpiones son criaturas venenosas.Un veneno es un líquido mortal que puede matar a su víctima. En el campo espiritual, el veneno representa los depósitos del mal. Los diablos asimismo son venenosos, tienen la aptitud de poner veneno espiritual malvado en la vida de sus víctimas. Bastante gente en la actualidad, aun fieles, están tolerando de depósitos malvados o veneno espiritual, ciertos aun han fallecido como producto de esta aflicción satánica. Pero como hijo de Dios, eres inmortal, ha dicho Jesucristo, tienes que agarrar víboras, y si bien el demonio plante algún veneno espiritual en tu vida, no te va a hacer daño. Marcos 16:17-18.

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