Selenofilia, esto es, la atracción por la Luna, es una palabra usada por quienes se sienten maravillados por este astro nocturno, si bien quizás ignorando la viable confusión que puede ocasionar la utilización de la terminación ‘philia’ en el campo de la psicopatología. ¿Es la selenofilia un trastorno?
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Síntomas
Al no ser un trastorno psicológico ni una parafilia en sí, no hay una lista de síntomas recurrentes entre la gente con selenofilia. En verdad, ningún sicólogo diagnosticaría esta condición. En cambio, es una etiqueta que con frecuencia se autoimponen personas con un interés inusual en la Luna.
Entre las características mucho más usuales que quieren hacer llegar quienes se sienten decididos con esta etiqueta, la mucho más fundamental es la atracción por el satélite terrestre.
Causas
La investigación sicológica sobre por qué razón los deseos particulares difieren aún está en pañales. Es realmente difícil decir qué influye precisamente en nuestras opciones; y esto, sumado a que la selenofilia no es una condición patológica, vuelve imposible comprender por qué sucede.
Como ahora comentamos, semeja que la selenofilia acostumbra darse en personas con personalidad y aspectos sicológicos afines.
El simbolismo espiritual de la luna en los escritos bahá’ís
En otros contenidos escritos bahá’ís, la luna se usa para simbolizar leyes religiosas, como la necesidad de recitar una oración día tras día obligatoria. Bahá’u’lláh escribió:
Realmente, la religión de Dios es como el cielo; el ayuno es su sol, la oración obligatoria es su luna. En verdad, son los pilares de la religión por los que los justos se distinguen de esos que transgreden Sus mandamientos.
¿Cuáles son las peculiaridades?
De todos modos (y esencialmente), son todas y cada una esas personas que sienten cierto amor por la luna, no obstante, tienden a ser personas mucho más místicas y libres. Tienden a opinar bastante en las estrellas y los signos del zodiaco.
La selenofilia generalmente se confunde con un trastorno psicológico gracias a su terminación «philia», no obstante, no hay de qué preocuparse, no hay inconveniente en sentir ese amor, al revés, es realmente bueno contemplar algo mucho más chulas que nos obsequia la naturaleza y el Cosmos.
Lunático en la Biblia
En el Evangelio de San Mateo (17,14) el término lunático aplica este adjetivo a un joven curado por Jesús. Según el artículo bíblico, el niño sufría epilepsia, una patología cuyos asaltos asimismo se pensaba que estaban inferiores a la predominación de la luna. Si bien las llamadas «anomalías de la salud lunáticas» incluían un abanico de anomalías de la salud de diferente origen, la palabra próximamente se especializó en la designación de nosologías psíquicas.
En su Tesoro de la lengua castellana (1611) Covarrubias recopila el refrán: “ser la luna sobre el horno”, signo que fue muy usado en el siglo XVII. Sobre él enseña: dicen del ido en el momento en que está furioso, lo que tiende a suceder en la luna llena. Y allí el horno es tomado por la cabeza del hombre, que es como un horno, y después lo golpea de forma directa. De ahí que se les ha llamado locos a los que no tienen discernimiento, que alteran su incidente con las lunas crecientes.