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Por qué los toros sacan la lengua

Cerca del final de la corrida, en el tercer tercio, se puede observar que el toro tiene la boca abierta y la lengua fuera. Esta es la expresión de agotamiento, lo que señala que la fisiología del animal tiene contrariedad para sostener la temperatura corporal suficientemente baja para eludir el colapso.

Me agradan los toros, conque no deseo que los maten. Es cierto que hay otros animales que me agradan; carne de cerdo, cordero, ternera y, más que nada, lo que proporciona el mar, pescados y mariscos, que, cocinados oa la plancha, se tienen la posibilidad de comer. Como es natural, asimismo son criaturas vivas, y su presencia en el plato necesita una matanza anterior. Pero no hay color entre este modo de matar o fallecer; para el mal inmediato que puede ser provocado por el gancho o el cuchillo de carnicero. La tortura a la que se somete a un toro a lo largo del tiempo que dura una corrida -no sé cuánto tiempo, pues jamás he podido ver una corrida entera- con preámbulos furtivos y sádicos de picadores y banderillas, nada debe ver con el golpe seco y exacto del oficiante que, sin virguerías sádicas, manda apuradamente al animal al otro vecindario. No es que la segunda forma de matar, si bien mucho más misericordiosa, me complazca. Si la Naturaleza no nos hubiese hecho omnívoros, si el cuerpo no necesitara las proteínas de la carne para sus defensas, yo defendería la imposición del vegetarianismo por decreto, pero las leyes del organismo humano dictan que los bípedos comen de todo y los que lo hacen son una tradición obsoleta y sin cambios desde el comienzo de los tiempos. No obstante, todo cuanto no sea matar a un animal por causas de pura subsistencia, como objeto de fácil diversión, si bien la práctica lo perpetúe bajo el nombre de tradición, solo puede mantenerse como un trámite despiadado y salvaje. Y lo que digo no es una opinión catalana, sino más bien para sonar nada menos que al propio y oficial, «Padre de la patria andaluza». De esta forma, Blas Infante, en sus “Diez Mandamientos de Dios en pos de los animales” afirmaba: “Amarás a los animales pues son como tú, seres vivos de Dios. -No los vas a matar sino más bien en el momento en que sea preciso a fin de que vivas, por el hecho de que con esa condición el Dueño de todas y cada una de las vidas los puso bajo su poder. -No los atormentarás pues padecen. Por la fuerza de la energía del amor se vuelven mansos. -No gozarás a costa de tu mal pues el mal insignificante es el Enemigo de Dios en el planeta. -Jamás herirás a los animales que habrían de ser sagrados para el hombre, como las aves que guardan los frutos de los campos y que cantan la alegría de la creación. -Antes de matar o atormentar a un animal, míralo intensamente a los ojos. La Clemencia de Dios les mirará desde allí; y en el placer de esta piedad va a estar vuestra mejor recompensa.” Y no pienso que, en lo referente a la tauromaquia, se logren realizar salvedades… De esta forma, lo que se dijo vale menear ese sabio razonamiento, según el que el Parlament catalán prohíbe las corridas de toros pues va en oposición a todo cuanto es español. Tal y como si el resto de españoles estuviesen contentos con la tauromaquia o si la antitauromaquia fuera menos patriótica. En este sentido, resulta conveniente rememorar que en el siglo mucho más patriótico del país -introduciendo el cariño a la patria, no un chovinismo ciego, sino más bien una genuina preocupación por su avance-, un elevado número de intelectuales, pocos catalanes a propósito, lucharon por reprimir la llamada Celebración Nacional. Y lo hicieron. Exactamente, si se hubiese mantenido aquella prohibición de las corridas de toros en tiempos de Carlos III, ahora se habría inventado otro género de Celebración Nacional y, de paso, nos hubiésemos ahorrado varios quebraderos de cabeza. Nuestra cultura fué a lo largo de un buen tiempo una cultura de la desaparición, una ensaltación del padecimiento y de la sangre, tanto en el ruedo como en el imaginario barroco con su agonizante ecce homos, sus vírgenes apuñaladas y sus mártires siempre y en todo momento al filo de algún siniestro sacrificio. No tenemos la posibilidad de denegar el pasado, pero tampoco tenemos la posibilidad de comprometernos con él; Hay hábitos humanos que, por ser viejos, no tienen que transformarse en tradiciones. Ya que bien, cabría estimar que la guerra es asimismo un factor del arte y de la civilización universal, en la medida en que ha inspirado a escritores y artistas, piensa un despliegue estético en el campo de guerra, desde la rancia epopeya de Homero, etcétera., etcétera. no obstante, creo que los antitaurinos como los taurinos estarían prestos a prohibirlos por decreto-ley. Es hora de hacer una cultura de la vida; volvimos a ver eufemismos como “Celebración Nacional” y “Misión Humanitaria”, donde la desaparición avizora por los 4 costados. Por su lado, ciertos catalanes comentan que en su Parlamento los animales tienen voz; Es posible que los toros charlen catalán y de ahí que el resto no los comprendamos. Comprendo en andaluz lo bastante que la tauromaquia da comida por estos lares, entre ganaderos, toreros y adjudicatarios del turismo, estimando la comida como una tradición inalienable, pero, con todo eso, estoy en pos de la tauromaquia y, por consiguiente, en oposición a la tauromaquia. Es una cuestión de sentimiento.

PD: Semeja que Forges pertence a los pocos intelectuales que, hoy, está mucho más en pos del toreo que del toreo. Te amamos Forjas.

19 comentarios en «Por qué los toros sacan la lengua»

    1. En realidad, el hecho de que los toros saquen la lengua no tiene nada de misterioso. Es simplemente una forma de regular su temperatura corporal, ya que no sudan como los humanos. ¡No hay misterio bovino aquí, solo biología básica! 🐂🌡️

    1. Amigo, los toros sacan la lengua para regular su temperatura corporal y liberar el exceso de calor. Nada de yoga, solo instinto animal. ¡Saludos! 🐂🔥

    1. ¡Vaya, vaya! Parece que alguien está ansioso por conocer más sobre los toros. ¿No te parece un poco extraño preocuparse por la lengua de un animal que es torturado en corridas? Tal vez deberíamos enfocar nuestra curiosidad en algo más humano y compasivo.

    1. ¡Vaya pregunta! No creo que los toros estén usando señales secretas para comunicarse, pero nunca se sabe. Sería interesante investigar más sobre el tema.

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