?¿Es la alegría el sentido y el objetivo de la vida, el objetivo de la presencia humana? (Aristóteles).
Ciertos viven para tener riqueza, poder, salud, una familia, amigos fieles… pero solo Dios con su amor infinito puede colmar todos y cada uno de los anhelos y deseos del corazón humano.
Salimos de la vivienda de nuestros amigos tras el anochecer. Los pequeños pequeños de esa familia, abrazados amorosamente por su madre, se fueron a reposar uno tras otro. Nuestro destino era un volcán nevado, empezando el ascenso a la noche para lograr transitar, a pleno sol, por la región mucho más dañina.
El objetivo último del hombre
Hay, ya que, distintas ocupaciones y unas subordinadas a otras. Además, hay múltiples propósitos y unos están sobre otros, tal es así que entre ellos conforman una jerarquía.
Con estas premisas, Aristóteles concluye que debe existir un propósito final. Es realmente difícil que todos y cada uno de los objetivos sean solo medios para otra cosa, y de esta forma hasta el infinito.
La desaparición
El comienzo de la vida humana, en todo caso, es materia de enfrentamiento espiritual y filosófico. Ciertos estiman que la vida de un sujeto empieza en el momento en que su madre lo da a luz. En un caso así, por consiguiente, el comienzo de la vida humana está asociado al nacimiento.
Otros, en cambio, apuntan que la vida humana empieza en el instante de la fecundación: en el momento en que se fusionan el gameto masculino (esperma) y el gameto femenino (óvulo). Esto causa que se atribuya vida al feto, al feto y al cigoto.
Amistad, felicidad aprendida:
Aventurémonos en este momento en la amistad, esa situación que marca la sociabilidad humana libre y sin ataduras que no sean por intención propia. Afirmábamos que el hombre es un ser popular por naturaleza y precisa del resto para subsistir y realizarse como persona. Además de esto, demandamos que el resto alcancen un cierto mínimo de confort económico, salud e inclusive hermosura (artes generalmente), lo que nos va a dar las bases para ser contentos. La amistad, en este sentido, está en ese orden de recursos que deja el placer de otros recursos humanos. En resumen, la vida humana no merece la pena vivirla sin amigos, por más que tengamos otras pertenencias. No obstante, el día de hoy se puede decir que “pocos lo aprecian por el hecho de que pocos lo experimentan”, y este fenómeno es muy habitual entre los jóvenes que carecen de orientación y experiencia.
La amistad se definió de muchas formas durante la historia. Aquí vamos a tomar la definición proporcionada por el Estagirita. Aristóteles, pese a ciertas vacilaciones, considera la amistad (philia) como una virtud, puesto que “es un hábito de resolución deliberada, esto es, es un hábito que configura vitalmente nuestra vida” . «La amistad es virtud o va acompañada de virtud» afirma el Estagirita (Et. Nic. VIII, 1, 1155a, 3-4). Esto ubica a la amistad en el análisis de la ética, cuando menos de la ética aristotélica (en verdad, el tratado aristotélico sobre la amistad está en 2 libros de la Ética a Nicómaco). Por otra parte, encaja en lo que es el cariño (philia), siendo una manera particular de amor.