El trueno sucede al tiempo que el relámpago, pero primero observamos la luz y después oímos el trueno. ¿Por qué razón? El sonido viaja considerablemente más retardado que la luz: unos 330 metros/segundo. Es bastante veloz, poco mucho más de 1.000 km/h.
Detectados por el ojo y el oído, respectivamente, muestran semejanzas y diferencias.
Que los dos se transmitan por ondas, la luz en un caso y el sonido en otro, podría ser una primera analogía, pero alguno sabe que la luz se desplaza considerablemente más veloz que el sonido, precisamente miles y miles de veces mucho más veloz. Al tiempo que el sonido viaja a una agilidad próxima a los 1.200 km/h en el aire en condiciones normales, la luz viaja a una agilidad de 300.000 km/s en el vacío (nótese que aquí se empleó el segundo como unidad de tiempo, no el tiempo como en el sonido) . Todo el planeta sabe que en una tormenta se perciben primero los rayos y después los truenos, y esto hay que exactamente a esta disparidad en sus velocidades de propagación.
¿Cuáles son las diferencias entre trueno, relámpago y relámpago?
Los truenos en general son ocasionados por gases que se expanden de manera rápida y causan sonidos retumbantes y restallantes la mayoría del tiempo. El relámpago tiene relación únicamente a la luz emitida por un rayo y tiende a ser común nombrarlos de forma indistinta. ¿En algún momento ha escuchado un trueno verdaderamente fuerte y retumbante, quizás aun realizando que las ventanas traqueteen o traqueteen? Esto podría deberse a un haz intensísimo y próximo, o podría deberse a uno que está engañosamente lejos. Almacenaje o ingreso técnico empleado de forma exclusiva para objetivos estadísticos. El almacenaje o ingreso técnico es un requisito a los efectos legales de almacenar las opciones no pedidas por el suscriptor o usuario.
Gotas de hielo, agua y otras partículas que son elementos de las nubes chocan entre sí para producir el sonido que oímos. Una nube de tormenta habitual se forma en el momento en que una bolsa de aire caluroso y húmedo se eleva y se condensa. En ciertas oportunidades, las corrientes ascendientes son tan fuertes que arrastran gotas de agua y cristales de hielo, creando una columna de nubes que consigue hasta 15 km de altura. Conforme la masa de la nube se eleva, las gotas de agua, los cristales de hielo y las partículas se frotan y chocan entre sí.