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Qué pasa si llevo a mi bebé al cementerio

No hay que llevar a los pequeños «de las armas» a los panteones pues tienen la posibilidad de desalentarse o conseguir malas energías. Si es imperativo el ingreso a un panteón, para resguardarlos se tienen que poner tres pequeñas piedras en el área donde está el corazón (Patricia Hernández Rivera).

Este lunes es el día de Todos y cada uno de los Beatos. Una celebración singularmente esencial para rememorar a esos conocidos cercanos que nos dejaron huella. Más allá de que la civilización de Halloween está poco a poco más afianzada en este país, más que nada entre los mucho más pequeños de casa a los que les agrada disfrazarse de monstruos, la verdad es que la mayor parte de familias hallan un espacio para llevar un ramo de flores a la tumba de un familiares desaparecidos.

Los pequeños asimismo tienen la posibilidad de formar parte en esta tradición, o sea, los pequeños tienen la posibilidad de acompañar a sus progenitores a conocer el cementerio y rezar una oración por su individuo cercano. Es bueno comunicar en los pequeños la relevancia de honrar la memoria de quienes nos antecedieron. Por este motivo, el 1 de noviembre se transforma en una fecha fundamental en el calendario. Los pequeños tienen que eludir conocer el cementerio si entre los familiares murió últimamente. Esto es, si el mal es reciente, es preferible que el niño no esté que se encuentra en ocasiones de llanto o mal radical como el que hace una pérdida reciente.

Pequeños y funerales

En todo caso hay que tomar en consideración 2 componentes fundamentales:

  • • La resolución de ir o ingresar (el tanatorio, entierro, funeral) es siempre y en todo momento el menor. Expliquémoslo, preguntémosle qué desea y él va a tomar la resolución. Si una vez tomado apreciamos algún síntoma de molestia o malestar en el niño, le preguntaremos si desea parar la actividad y le acompañaremos fuera sin ofrecerle relevancia, le vamos a explicar que es habitual y que nada. Está Mal.
  • • Debemos estar libres a solucionar cualquier duda que tenga el niño, vamos a dejar abierta la oportunidad de realizar cuestiones en todo instante.

¿Puedo llevar a mi recién nacido a un funeral?

No estoy seguro exactamente en qué instante de nuestro noviazgo mi mujer y yo nos enteramos de que nos íbamos a desposar, pero probablemente halla sido en ese instante que nos hemos proporcionado cuenta de que teníamos un interés extraño: nos agradaba conocer los cementerios.

Tras casarnos y antes de tener hijos, visitamos las tumbas de prácticamente diez presidentes -algo habitual, creo-, pero asimismo visitamos el viejo cementerio histórico de la región y prácticamente todos los cementerios pequeños que estamos.

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