(Mateo 12, 32). En 1 Corintios San Pablo charla mucho más precisamente sobre el Purgatorio: La obra de cada uno de ellos se va a ver precisamente en el día del juicio por el hecho de que ese día va a venir con fuego, y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno de ellos. Si la obra construida resiste, recibiréis tu salario.
Tengamos en cuenta que el purgatorio es el desarrollo de purificación donde las ánimas deben purificarse para ingresar al cielo, por el hecho de que todos y cada uno de los hombres somos imperfectos y pecamos, pero no es suficiente con arrepentirnos, debemos arreglar el mal que hemos cometido hicimos a nuestros semejantes, aquí en la tierra o en el momento en que morimos. Frecuentemente, las acciones negativas que cometemos en perjuicio del resto no tienen la posibilidad de ser compensadas a nivel económico ni restituyendo lo que hemos robado, quizás el daño cometido fue charlar mal del resto, herir sus sentimientos, su honor, su reputación o quizás es sencillamente que nosotros deseamos el mal desde el fondo del corazón y solo tenemos la posibilidad de arreglar el daño cometido teniendo la humildad de admitir nuestros fallos y errores, arrepintiéndonos de corazón, orando, meditando en la Palabra de Dios y solo con el apoyo de Dios tenemos la posibilidad de cambiamos nuestra forma de ser, pues solos no tenemos la posibilidad de llevar a cabo nada.
Tengamos en cuenta que Jesucristo, el Hijo Unigénito de Dios, vino al planeta por amor a Dios y a su creación para librarnos de la esclavitud del pecado, para enseñarnos su Palabra y sus Mandamientos, padeció de tal modo que ni un solo espacio de su Muy santo Cuerpo quedó sano, todo lo logró por amor y obediencia a su Padre Celestial y se ofreció a sí mismo como víctima sacrificial a fin de que con su Sangre y Agua nos lavase del pecado y ábrenos las puertas del cielo, a fin de que la salvación solo resulte posible a través de Jesucristo.
1 CORINTIOS 3, 15 ES PRUEBA IRREFUTABLE DEL PURGATORIO
1 Corintios 3, 11-15: “Por el hecho de que es imposible poner otro fundamento que el que está puesto, el que es Jesucristo. Y si alguno edificare sobre este fundamento oro, plata, piedras hermosas, madera, heno, hojarasca; la obra de cada uno de ellos se va a hacer manifiesta; pues el día lo declarará; pues por fuego va a ser revelado; y la obra de cada uno de ellos, cualquier persona que fuere, el fuego la probará. Si continúa la obra de alguno que construyó sobre ella, va a recibir recompensa. Si la obra de alguno fuere quemada, padecerá pérdida; si bien él mismo se salve, sin embargo por fuego.
En este momento observemos nuevamente la última una parte de este pasaje. En 1 Corintios 3:15 observamos: “Si la obra de alguno se quemare, padecerá pérdida; si bien él mismo sea salvo; si bien como por fuego.» Conque poseemos un hombre cuyas proyectos fueron juzgadas. Sus proyectos, de verdad, son quemadas; y padece pérdida; pero es salvo, si bien por fuego. Padecerá pérdida, pero es salvado por fuego.
¿Qué comprendemos los católicos por Purgatorio?
Antes de empezar a dejar caer pasajes de la Biblia, me agradaría aclarar lo que los católicos comprendemos por Purgatorio. Para nosotros, el Purgatorio…
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NO una segunda ocasión al cielo. NO un tercer destino tras la desaparición. NO el infierno.
¿Qué es el Purgatorio según la Iglesia Católica?
El Catecismo de la Iglesia Católica en número 1030 afirma lo siguiente:
“Los que mueren en la felicidad y amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, si bien seguros de su eterna salvación, se purifican tras la desaparición, a fin de conseguir la santidad que se requiere para ingresar en la alegría del cielo